Raíces Vinícolas:Construcción de Nuestros Depósitos Subterráneos

Establecida en 1955 en la pintoresca localidad de Belmonte de Tajo, nuestra cooperativa se erige como una de las pioneras en la región, forjando un legado de excelencia y pasión por el vino.

Desde nuestros modestos comienzos, hemos crecido y evolucionado, manteniendo siempre el compromiso con la calidad y la cooperación. En cada viñedo de nuestra comunidad, se teje una historia de esfuerzo compartido y dedicación a la tierra que nos ha visto florecer..

La esencia de nuestra cooperativa reside en la colaboración entre agricultores y amantes del vino que, unidos por la visión de crear productos excepcionales, han labrado un camino lleno de logros. A lo largo de los años, hemos perseverado en las adversidades y celebrado los triunfos, construyendo una familia vinícola arraigada en Belmonte de Tajo.

Nuestros viñedos, acariciados por el sol madrileño, han sido testigos de generaciones de viticultores que han dedicado sus vidas a cultivar las uvas más selectas. Cada racimo es el fruto de un trabajo arduo y de una conexión profunda con la tierra, reflejando el carácter único de nuestra región

Con más de seis décadas de historia arraigada al sureste de Madrid, la Cooperativa San Isidro de Belmonte, fundada en 1955, ha labrado su identidad vinícola fusionando dedicación, tradición y las más modernas técnicas enológicas. Esta ardua labor ha posicionado a nuestros vinos entre los más destacados, consolidando a nuestra bodega como un referente mundial en la región.

 

Desde el instante en que recibimos la uva, cada fase de nuestro proceso refleja precisión y pasión. La selección meticulosa, el despalillado, estrujado, la maceración, la fermentación alcohólica y maloláctica, hasta llegar a la crianza, son el alma de nuestra existencia: el vino.

 

En el núcleo de nuestra propuesta se encuentra el cultivo de la uva tempranillo, una seña de identidad que equilibra, moderniza y completa nuestra exclusiva gama de vinos. Este aporte otorga elegancia a los aromas y una acidez armoniosa que define cada botella.

El río Tajo, al ser uno de los principales cursos de agua de la península ibérica, ejerce una influencia climática que se refleja en el entorno vitícola de la zona. Las brisas frescas y las temperaturas moderadas provenientes del río, combinadas con la riqueza de sus suelos cercanos, crean un microclima único y propicio para el cultivo de uvas de calidad.

La confección de vinos de mínima intervención es el pilar de nuestra filosofía en la Cooperativa San Isidro de Belmonte. Guiados por un profundo respeto por el medio ambiente.

 

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